
Siempre he tenido la sensación que en el momento que pongo ‘REC’ para inmortalizar sonoramente las golondrinas, ellas se dan cuenta. Intentas poner la grabadora y esconderte pero saben perfectamente que deben dejar de gorjear aunque entre ellas siguen jugando y volando a ras de las casas (y de la grabadora)
Este sonido está hecho en Ollo, Navarra, donde durante una mañana de verano unas veinte golondrinas revoloteaban a toda velocidad.





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