Entrando en el jardín del olvido del señor Vázquez
De vez en cuando entro en tiendas de segunda mano para ver si encuentro cintas de casete o de bobina abierta. Ya me conocen. Soy el único quien les pide cintas pero no con música original sinó con momentos personales.
Hace unos días paseé por un comercio donde te puedes encontrar absolutamente de todo. Desde vajillas, cuadros, muebles, aparatos de música o utensilios de cocina. En la parte de arriba, donde alguna vez he encontrado casetes, vi una caja con un magnetófono y unas seis o siete cintas de bobina abierta. Encontré el tipo de frase escrita que me interesa en una de las cintas: «Canta mi padre».

En total son 6 cintas de bobina abierta con unos 40 minutos hablados o cantados de finales de los años sesenta. Todas las cintas están grabadas por Vázquez, un señor soltero de 54 años. Es bilbaíno, pero que vive y trabaja en Barcelona. Empecemos el resumen de esta historia escondida desde hace más de cincuenta años.

El padre del señor Vázquez es Angelín y aquí, al lado también de su hermana Concha, recuerdan a su madre muerta hace 10 años. Al padre Angelín no le gusta cantar porque le recuerda a su mujer y el señor Vázquez no quiere ir al cine por qué le recuerda también a ella.
El señor Vázquez a menudo viaja al pueblo de su hermano y lo hace con el magnetófono. Aquí habla con Lucía, la madre de Aurora, que es quien está casada con su hermano. Le pregunta a donde va y Lucía le contesta que a la iglesia, ya que se ha muerto Jorge, que vivía en el pueblo.
Cuando marchas de tu pueblo no siempre vuelves a visitar a tus familiares. Nieves es la cuñada de Aurora y vive en Barcelona. El señor Vázquez la conoce a ella y a su marido Amadeu y se las ingenia para hacer una grabación donde su familia le recuerda que la echan a faltar. Parece que el texto está guionado porqué quiere llegar al corazón de Nieves. Habla Aurora, sus hijos, Vázquez y Herminia, la madre de Aurora.
El hermano que está «currelando» es el hermano del señor Vázquez. El padre de los dos es Angelín, que al final se anima a cantar unas canciones como «Esta noche ha llovido» y la canción del zapatero.
Al final toda la familia le agradece que haya cantado aun sabiendo que le recuerda a su mujer difunta hace diez años.
El señor Vázquez es un hombre feliz que está muy agradecido a Barcelona. Aquí se anima a recitar un típico trabalenguas catalán, un refrán y canta en la parte final de la sardana «La Pepa maca» de manera espectacular.
Al señor Vázquez le encantaba inmortalizar momentos felices de su vida y no dudaba en poner todos los efectos sonoros necesarios.
El momento final es una gran reflexión del señor Vázquez. Después de cantar una de sus canciones, se disculpa por tener una voz de señor viejo (tiene 54 años) y reflexiona por el hecho de dejar grabada su voz y su forma de ser en esta cinta. No duda que cuando se vaya su recuerdo quedará en el jardín del olvido donde todos vamos entrando poco a poco.